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Este anarcosindicalista, superviviente de los campos nazis, había nacido el 8 de febrero de 1910 en Salmerón (Guadalajara). Afincado en Barcelona desde muy joven, a final de la década de los 20 estaba afiliado a la CNT. Al principio de la guerra se alistó en la columna Tierra y Libertad y posteriormente fue detenido y encarcelado durante un par de semanas tras los acontecimientos ocurridos a principios de mayo de 1937, tras su puesta en libertad parece ser que estuvo destinado a las unidades que luchaban en la zona de los Pirineos.
Ante el avance de las tropas franquistas por el territorio catalán, Gregorio se vio obligado a sumarse a la Retirada republicana hacia territorio francés. Su periplo por Francia nos es desconocido pero, tras la ocupación alemana, debió fue detenido en 1942, momento en el que oficialmente residía en Belfort. Tras permanecer encarcelado hasta abril de 1944, fue deportado a Dachau, en uno de los convoyes más importantes que desde Compiègne partió hacia un campo nazi, con un total de 2.143 deportados, entre los que figuraban 167 republicanos procedentes de diferentes prisiones francesas. Gregorio Culebras fue registrado en el campo alemán el 20 de junio de 1944 con la matrícula 74172. A partir de aquel momento Gregorio fue forzado a un itinerario por diferentes campos nazis: el 20 de julio fue trasladado al campo de Natzweiler, posteriormente fue destinado al kommando Allach a principios del mes de octubre, lugar donde fue liberado el 30 de abril de 1945
Tras la liberación, Gregorio, como otros muchos supervivientes republicanos, se trasladó a la ciudad de Toulouse junto a su hermano Saturnino quien dirigía un grupo de acción libertario. Durante los primeros días del mes de septiembre de 1949 ambos hermanos, formando parte de un grupo de 8 anarquistas partieron de Toulouse para regresar a España. Cruzaron la frontera de forma clandestina guiados por Ramón Vila Capdevila, más conocido por el sobrenombre de “Caraquemada”, quien les acompañó hasta las cercanías de Manresa donde tuvieron un grave percance al asaltar el vehículo de un industrial, una joven fue herida y ello les llevó a huir rápidamente hacia Terrassa con la intención de coger el tren con dirección a Barcelona. Durante varios días permanecieron ocultos en los bosques cercanos a Matadepera, pero fueron denunciados y acosados por parte de la Guardia Civil. Un compañero fue detenido y muerto a tiros en las cercanías de Castellar. El resto del grupo pudo llegar a Barcelona y establecer los contactos con sus compañeros anarquistas.
La presión policial sobre los grupos anarquistas clandestinos era muy fuerte y el grupo de “los Primos”, como eran conocidos estos hombres capitaneados por Saturnino, fue detenido por la policía franquista durante los primeros días del mes de octubre. Conducidos a la Dirección General de Policía en la Vía Layetana, fueron interrogados por la Brigada Político Social recibiendo golpes y amenazas. En las dependencias policiales permanecieron varias semanas hasta que fueron conducidos a la cárcel Modelo. El día 7 de diciembre, fueron juzgados en un consejo de guerra – actuando como juez inspector el coronel de infantería Luis Pumarola Alaiz, antiguo miembro de la División Azul- siendo acusados de haber cruzado clandestinamente la frontera con la intención de realizar atracos, asesinar, llevar a cabo actos vandálicos y perturbar el orden establecido: a Gregorio le condenaron a treinta años de prisión y su hermano Saturnino fue condenado a pena de muerte por haber sido acusado de ser el cabeza del grupo, sentencia que se llevó a cabo al ser fusilado en el Camp de la Bota el 24 de febrero de 1950.
Gregorio permaneció en prisión hasta el 26 de agosto de 1959, fecha en fue liberado del penal del Dueso (Santoña). Tras recuperar la libertad regresó definitivamente a Barcelona donde trabajó de jardinero. La fecha de su muerte nos ha llegado incierta y se produjo en el año 1980. Su cuerpo recibió sepultura en el cementerio de Montjuich.