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En los últimos años, ya sea por haber realizado trabajos de investigación o por contacto con los familiares de las víctimas del nazismo, hemos conocido verdaderos dramas en entornos familiares diversos como consecuencia de la guerra, del exilio y de la muerte, durante la deportación, de algunos de sus familiares directos: el padre o la madre, algún hermano o hijo…Durante el trabajo de identificación de los deportados barceloneses hemos encontrado a tres hermanos que murieron, en poco más de once meses, en el campo de Gusen.
Los tres hermanos, apellidados Sariñena Esparel (o Esparrey), habían nacido en Barcelona con una diferencia de poco más de tres años: Francesc, el 27 de abril de 1914, Manuel, el 3 de julio de 1915 y Josep, el 29 de agosto de 1917. La residencia la tenían en el domicilio familiar situado en la calle Condes de Belloch nº 125, en el barrio de Sans.
Hasta el momento son muy escasos los datos que tenemos de estos tres hermanos. Durante su exilio en tierras francesas formaron parte de la 29 Compañía de Trabajadores Extranjeros. Tras su detención por los alemanes en mayo-junio de 1940 fueron internados, como prisioneros de guerra, en el frontstalag 140 situado en Belfort (Francia) y, posteriormente, en el stalag XI B Fallingbostel (Hannover) desde donde fueron deportados a Mauthausen el 27 de enero de 1941, en un transporte con más de 1.500 republicanos, siendo el más importante de todos los se organizaron para deportar a este colectivo humano.
Los tres permanecieron juntos durante la tramitación de recepción en el campo, las matrículas que les adjudicaron eran correlativas: a Francesc le correspondió la 5755, a Josep la 5756 y a Manuel la 5757. Dos meses más tarde, el 29 de marzo los tres hermanos fueron trasladados al cercano campo de Gusen donde también obtuvieron tres matrículas consecutivas: Manuel la 11539, Francesc la 11540 y Josep la 11541. El consuelo de los tres hermanos, por seguir juntos en medio de aquella barbarie, se vio quebrado unos meses más tarde con la muerte de Francesc, el 21 de agosto, y diez días después fue Manuel quien perdió la vida. Josep, el más joven de los tres hermanos, pudo resistir unos meses más hasta el 30 de julio del año siguiente, fecha en que fue registrada su muerte en Gusen.
No sabemos de un caso similar en que tres hermanos republicanos fuesen deportados, que realizasen un mismo itinerario y que los tres acabasen sus días en el mismo campo nazi. No es difícil hacerse cargo de la preocupación y la desesperación de la madre, Emilia, que seguramente dejaría de tener noticias de sus tres hijos en 1940 y hasta varios años más tarde no le llegaría la notificación, por conducto que desconocemos, de su fallecimiento en Alemania, tan lejos y tan desamparados. La orden reconociendo la inscripción de la mención “Mort en deportation” en las actas de defunción de los tres hermanos fue publicada en el Journal Officiel francés el mismo día, el 23 de marzo de 1993.